lunes, 28 de septiembre de 2009

DERRETIDOS...

...¿saben? (bueno, no, no saben, por que todavia no les digo...) en este corto andar con Jesus he visto algunas cosas , muchas grandes y maravillosas, sin embargo, me agrada observar los pequeños detalles, esas cosas que Dios hace y que para algunos, pasan desapercibidas.

Verán: hoy en dia, dentro de mi congregacion, me toca ver a la gente que llega, muchas personas los domingos pueden llegar y visitar, algunos pasan y no regresan, otros se quedan un poco mas, otros vuelven el siguiente domingo y el siguiente domingo y el siguiente. Lo que capta mi atencion son aquellos que entran con aire de grandeza, su postura que nos dice "estoy haciendoles un favor al pisar este suelo..." o bien, aquellos que impavidos ante la alabanza y la adoracion a Dios, simplemente no se mueven, un tronco irradiaria mas vida y movimiento que ellos, estos, ¡estos son los que me gusta ver! ¿saben por que? por que si se quedan, al pasar el tiempo puedo constatar como el amor de Jesus los va derritiendo.
Primero levantan un poco una mano (una nada mas uh, no sea que me vaya a ver mal...) despues, la otra mano, pasan unas semanas y entonan las alabanzas, hasta que llega el dia que postrados y a moco tendido piden a Dios por un poco mas de su presencia, o bien, cuando no eran capaces ni de aplaudir, les veo brincando y cantando como si fuera concierto de rock de la ultima famosa estrella en turno.
Esa metamorfosis es genial de verse, pasó en mi, en mi esposo, en cada persona que conozco que ha llegado a Cristo, y tan solo este pasado fin de semana pude verlo de nuevo en una chica que lleva poco tiempo congregandose en mi iglesia.

Y es que, ¿quien sino El es capaz de derretir asi a uno? no se como haya sido Jesus fisicamente, pero el solo hecho de pensar en su toque, en su presencia...aaaah, solamente alguien tan tan especial iba inspirar a Maria a sentarse a sus pies, a ungirle con su propio cabello, ¿quien sino El para recostarse en su pecho y mientras lloras y te quejas, te acaricie el pelo y en un suve susurro te diga: "no temas, yo estoy contigo"? ¿quien sino El, que nos dice "ven, pongamonos a cuentas, tengo tanto que decirte..."

Solo Jesus, con tan grande amor, puede derretir a cualquiera, desde el peor asesino en una carcel, hasta una chica en un iglesia.

Bendiciones.