domingo, 9 de octubre de 2011

LAS DELICIAS DE LOS PEQUEÑOS DETALLES




Estoy en el auto esperando a que Max termine su clase de regularización (este chico se parece a mi, y tal cual, las matemáticas no han sido su fuerte),así que al terminar y dirigirse hacia donde estoy, de un salto entra al auto, cierra la puerta, "ya má", arranco y enciende el reproductor de Cd's, una canción de "The Cure" comienza a sonar y este pequeño grande de casi casi 12 años de edad comienza a imitar el tocar una batería, al tiempo que yo tamborileo los dedos sobre el volante, ambos estamos disfrutando de la misma canción y por ese lapso, por ese tal vez, tan corto lapso, me siento feliz.
Y déjeme decirle, no es que no sea siempre feliz, sino, es esa sensación de estar pasándola bien, ¿si se acuerda? cuando ha tenido un día lleno de satisfacciones, cuando algo le salio bien, cuando la novia o el novio le dieron el tan ansiado "si", cuando se encontró una cantidad inesperada de dinero, cuando le dieron un regalo sorpresa increíble, cuando cayó en la cuenta que después de todo si tiene usted su atractivo...vamos, me refiero a esa clase de sensacion hermosa que le llena a uno de bien, el estar en paz.
He encontrado que si bien extraño algunas cosas de cuando mi primogénito (ay, siempre me gusta cuando me salen estas palabritas domingueras) era todavía un mocosín, hoy en día no tiene usted idea como disfruto de compartir ciertas cosas con mi adolecente en ebullición, entre esas, la música. Mostrarle y contarle las anécdotas de mi vida al vibrar de tantas canciones, por mucho tiempo olvidadas en un rincón de mi mente y lo mas esplendoroso: que él las escuche y las añada a su repertorio.
Claro, no todo es miel sobre hojuelas, he tenido que chutarme a grupos con los nombres mas inverosímiles: ¿quien carambas es Panda? o los Artic Monkies???, pero eso también me ha servido a mi, ayudandome a desarrollar una paciencia increíble y encontrar lo bonito en lo que los jóvenes hoy en día disfrutan (ah caray, ya estoy hablando como viejita!)
Al reflexionar un poco al respecto, me alegra ser libre, haber salido de tan tremenda condenación a la que nos habíamos permitido llegar, sé que mi hijo es bueno, un adolecente normal y que el ir escuchando esta o esa canción no nos convierte en pecadores.
De hecho, me alegra  no ser "santa, santa", sino, simplemente un ser humano feliz.
GRACIAS DIOS!!! ; )