DE LO NORMAL A LO NORMAL

Tener hijos definitivamente es el cambio de tu vida (no, no de su vida, de la mia quiero decir) acostumbrados a dirigirnos por nuestra voluntad y hacer lo q nos plazca, la mayoria de las veces.

Eso cambio para aqui su servilleta hace casi diez años, cuando todo mi mundo y mi horario, se vio marcado por biberones y cambios de pañales. Hubo algun tiempo (ooh, shi, yo recuerdo...) en el que habia cine de "arte" para ver y las desveladas eran de puro gusto, quiza leyendo, en el internet, viendo television, que se yo.

Ahora pregunteme ud. cual es la cartelera del cine, con gusto le contestare: La era de hielo 3 esta muy buena y "¿cual fue a ver antes de esa?" ah, pues, ¡Una aventura de altura! tambien esta bonita.

Tambien he aprendido que Lego y Megablocks no son igual, aunque lo parezcan, y que las naves para armar,siempre tienen piezas de mas (quien sabe, siempre no sobran).

Y todo esto viene a colacion por que hace unos dias, disfrute de un "descanso" en el que mis hijos se fueron a casa de su tia, de re pronto y de repente, la casa estaba sola (glump...) creo que en diez años, es la primera vez que permanece ordenada dos dias seguidos.

Pero, ese estado de "calma" no era normal, para mi, pues, sentia que en cualquier momento iba a escuchar alguna vocecita diciendo "Mamá esto, Abuelo aquello, Papá aqui...etc. etc." sin embargo, no sucedio asi, y no puedo negar que fueron buenos esos dias, pero, definitivamente, era un estado alterado de mi normalidad, lo que me da una idea de como este par de personitas son parte de mi diario vivir, haciendome reflexionar tambien, en que, estan creciendo, y debo, tengo que disfrutar de su compañia antes de que se vayan a hacer su camino y entonces yo me quede con el saco de melancolia pensando en "cuando eran chiquitos..."

Hace un año hoy, precisamente, que deje de trabajar en donde solia hacerlo, en mi vida, debo confesar, que ha sido una de las mejores y mas acertadas decisiones que he tomado, pues no hay, ni habrá, dinero que pague los momentos que desde entonces, Dios me ha permitido vivir.

Locamente para unos, atrevidamente para otros, me he embarcado nuevamente en la aventura de comenzar de nuevo...asi que tenemos pañales, biberones, festivales y peliculas para niños todavia un rato mas, gracias a Dios, un ratote mas.

Al entrar al cuarto de mis hijos he pisado una pieza pequeña de lego (aaah, como duele pisar una de esas, aparentemente insignificantes cositas) luego, al subir las escaleras, tropece con unos peluches a la vez q voy recogiendo unos carritos, menos mal, hemos vuelto a lo normal.

Bendiciones