jueves, 3 de marzo de 2016

Doña Vida

Hace algunos días vino a platicar conmigo la señora Vida, la conocen? Estoy segura que si, muchas veces ya ni le hacemos caso, dando por sentado que ahí anda, es ella, la que desde bien chilpayates nos acompaña y enseña algunas cositas...ella nos presentó a ese primer amor juvenil y también nos acompañó cuando nos rompieron el corazón cual jarro de tlaquepaque, fue ella la que nos mostró qué pasaba si nos volvíamos tramposos, o si trabajábamos  duro y ha sido ella la que muchas veces dándonos tremendo zape nos dice "por ahí no! Regrésate!" 
Esta señora...muchos la ven en blanco y negro, yo prefiero verla con todos sus matices y colores, con sus tonos de gris y sus arcoiris, toda extravagante y aventurera...
Es ella, también, la que a veces nos presenta a su íntima amiga cuyo nombre prefiero no escribir, pero que por aquí le dicen "la catrina ", doña Vida se lleva de a cuartos con ella, son comadres.
Pero dejándome ya de tanta referencia y presentación, la hermosa Vida se sentó a platicar aquí con su servilleta, lleva ya algún tiempo oyendo mis reclamos y quejas acerca de ciertos insignificantes pelitos blancos, cortesía por supuesto de ella, para mi sorpresa, vino a negociar al respecto,así como lo oyen, pocas veces hace eso, supongo que le caigo bien.

Vino a hacer un intercambio, hay cosas que no puede evitar, ni ella con toda la influencia que se carga, eso me explico,pero, luego de algunos estira y afloja el asunto quedó así:
Las canas se quedan, es más se volverá más generosa así como con algunos kilitos que ya me ha ido dejando, ni hablar, a cambio, dejará mi capacidad de asombro intacta, sin importar los años, podré seguirme maravillando en los detalles que luego a la loca se le ocurre dejar.
Me traerá arrugas,en todos sus tamaños y conforme se vaya acordando de mis cumpleaños y también alguna que otra peca y manchita (les digo, a esta señora le gusta pintarnos como si fuéramos lienzos) pero dejará mi imaginación tal como la he venido usando.
Me advirtió que mis pasos se irán alentando,pero podré ir a donde quiera. Como un extra también me ha concedido preservar una mente abierta y el poder sobrevivir a la tecnología venidera con dignidad (ese plus en verdad me encantó)
Además, ya que la agarré de buenas, ha concedido que siga disfrutando de los pequeños detalles diarios de la vida: música, una buena charla, una tarde agradable de pelis, café! Que se yo...
Finalmente y ya entrados en negociaciones, ha consentido en llevarse este costal amargo que hace que los viejos ( a veces de 70 años, a veces de 35) piensen que los tiempos de antaño fueron mejores...
Me dejo etiquetas como recordatorios que debo usar cada día: 
"Alégrate,por qué todo lugar es aquí y todo momento es ahora..."

Creo que fue un buen trato,es más, creo...que salí ganando.



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