"Te hago saber Sancho, que una boca sin muelas, es como un molino sin piedras y que es mas de estimarse un diente, que un diamante..."
Don Quijote de La Mancha, por Miguel Cervantes.
Ja! si lo sabré ahora, que ya he perdido dos diamantes de mi molino (¿o dos piedras de mi boca?...) bueno, ahora que he comenzado a visitar a la dentista de nuevo tengo otro plan, estoy ahi pero me voy a otro lado, simple, asi que, mientras escucho el siseo del taladrito y tengo el espejito y un pequeño objeto no identificado en el interior de mi boca yo ando caminando por las blancas arenas de alguna playa del caribe (no me pregunten si ya fui, jamas he visitado una playa del caribe, pero eso si, veo muchas fotos en estos sitios, je, je,je...) o bien, imaginome deleitandome con la brisa del mar mediterraneo mientras disfruto del vaiven (a caray, ¿asi se escribe? o seria va-y-ven, o viene y va?...) en una hamaca, que luego no es la hamaca sino la silla de la doctora que ya se mece un poquito, je.
Y bueno, no se si todos los dentistas sean asi pero, la mia, basta con poner algunos de sus instrumentos en mis molares para que ella comience a hablar y platicar y platicar y platicar, a lo cual yo cortesmente solo digo: " aha? " "e ien" (traducido quiere decir que bien) "ji" (si) ", y cuanto monosilabo logro articular mientras trabaja en mi dentadura.
Pero no me puedo quejar, podria ser peor, je,je,je.
Por cierto, la frase de tan famosa obra la vi en un cuadro muy lindo...colgado junto a la silla de mi dentista...curioso, diriase, no?
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